A los pies de Laguardia, entre la Sierra de Cantabria y el curso sinuoso del Ebro, Bodegas Palacio mantiene vivo el espíritu dinámico de sus orígenes, cuando en 1894 Cosme Palacio toma las riendas de la bodega familiar.
Aquí el viñedo es un tesoro. Protegidas por la roca imponente de la sierra, las cepas de tempranillo y viura encuentran las condiciones idóneas. Altitud elevada, suelos arcillo-calcáreos, orientación sur, climatología única con influencias mediterráneas y atlánticas. Un gran potencial de finura, cuidado con extrema dedicación.
La bodega se ha caracterizado por integrar siempre tradición e innovación. Con decisiones pioneras como la selección exhaustiva de uva, elaboración por separado de cada viñedo, el envejecimiento en las mejores y nuevas barricas de roble francés, el largo tiempo de maceración. Los vinos son, gracias a todo ello, un singular ejemplo de armonía, equilibrio y expresividad.