El conjunto de edificios que componen Bodegas de la Marquesa cuenta con una parte antigua, formada por los centenarios calados subterráneos (de más de 200 años de antigüedad), excavados en la roca a una profundidad de 10 metros, donde de forma natural se mantiene una temperatura y humedad óptima y constante durante todo el año.
Por otro lado, la Bodega cuenta con una serie de modernas naves climatizadas, donde actualmente se realizan con comodidad y limpieza todos los procesos de elaboración, crianza y embotellado.